jueves, 25 de agosto de 2011

Corazón cursor




Entre la entrega y el desapego no hay combinación posible, o es una... o es lo otro; antes bien, tengo una pregunta: ¿cómo puede haber desapego si no hay entrega? ¿qué tan fuerte el desapego nos va a parecer, si no le damos oportunidad a la entrega para demostrar lo que le corresponde? La entrega sólo la puede ejercer el corazón... y no hay desapego que sepa lo que su carne ha vivido. Una cosa se... la entrega puede vivir sin el desapego, si y solo si ella es capaz de ser hasta la muerte, la muerte del amor mismo. El desapego no tiene corazón, porque si lo tuviera no podría ejercer lo que es. El corazón del colibrí palpita al mismo ritmo de sus aleteos, el colibrí no conoce de desapegos.
Hasta ahora, para mi la entrega me sabe a ternura, a tu piel y a tí. De lo demás... no se nada.
Juan

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Omnia tempus habent